En los últimos 18 años, Chile adaptó su normativa en materia de probidad e integridad a través de una robusta legislación que resguarda la imparcialidad, transparencia y valores de la función pública.
La realización de códigos de ética en Chile refleja la sistematización de aquellos valores y conductas que muestran la cultura, misión, visión y objetivos estratégicos de la institución, considerando además el marco legal que rige las conductas de los funcionarios públicos.
Es un hito de gran relevancia, ya que establece un marco de referencia general respecto del actuar esperado, proporcionando un criterio claro y consensuado que permite a todos los funcionarios públicos adecuar su conducta hacia el buen ejercicio de sus funciones y transformándose en un instrumento deontológico del Sistema de Integridad Público Chileno.
¿Qué es un Código de Ética?
Un Código de Ética es una herramienta que permite convenir participativamente los estándares éticos y legales que caracterizan a una institución, así como el actuar esperado de los funcionarios y funcionarias, relevándolos con el objetivo de generar una convivencia laboral basada en valores comunes, los cuales deben reflejar la cultura, misión, visión y objetivos estratégicos de la institución.
¿A quiénes está dirigido?
El Código de Ética del Servicio Nacional de la Discapacidad será aplicable a todos/as los/as funcionarios/as del Servicio Nacional de la Discapacidad, sin diferenciar entre función, cargo, estamentos, relación contractual, edad ni género, sin discriminación de ningún tipo.
Se invita además a aquellas personas que se relacionan con el Servicio, como sus proveedores o quienes presten servicios externos, a conocer cuáles son las conductas que se valoran y se incentivan en los funcionarios/as del Servicio y que se encuentran establecidas en el Código de Ética.
Objetivo del Código de Ética
En el marco de la estrategia institucional de mejora continua de los procesos para la entrega de servicios de calidad a usuarios y usuarias, es necesario que se fortalezca el capital humano, a través de instrumentos que favorezcan el buen clima laboral, la cooperación entre funcionarios y funcionarias, el apego a las normas de probidad, la responsabilidad funcionaria y el fortalecimiento del rol público, por lo cual el Código de Ética debe ser el instrumento por excelencia, que facilite la promoción de los principios y valores institucionales.